La semana pasada, mientras me estresaba para alcanzar un tren, sonó mi teléfono móvil anunciándome lo inesperado (supongo que sería Urano)… una periodista que quería conocer mi opinión sobre la cercanía de la Luna a la Tierra, ¿qué ocurriría el próximo 19 de marzo? Mientras le contestaba haciendo tiempo, mi mente iba a gran velocidad pensando, como diablos podía responder a esa pregunta… la periodista estaba inquieta pensando que podría producirse algún nuevo tsunami en las costas de Chile, pero que ahora le podría tocar al norte ya que el sur fue violentamente visitado por las aguas del Pacífico, el año pasado.
Entonces me acordé que el mismo día del terremoto en Japón, Urano hizo su entrada definitiva al signo de Aries. El año pasado se paseó por Aries pero no se quedó, y ahora justo antes de entrar a Aries, desde la grieta cósmica, Urano dio el último coletazo pisciano, y se precipitó al nuevo ciclo dando tumbos, y las altas olas al día siguiente alcanzaron también nuestras costas aunque con una fuerza bastante disminuida comparada al sufrimiento del año pasado en nuestro país y al actual del pueblo nipón - vayan mis condolencias...
Finalmente, le respondí a la periodista que no tuviera cuidado, que desde lo astrológico no había mucho que predecir específicamente para el norte de Chile, que cualquier cosa que ocurriera no sería personal a lo menos universal, aunque claro la luna llena en el eje Piscis/Virgo con Urano involucrado quizás haría moverse las aguas (la cercanía de la Luna debiera provocar mareas altas) pero que finalmente tanta publicidad a la súper luna trataba más bien de un aviso a la humanidad en términos de la importancia de cambiar nuestra actitud general ante la vida y dejar de dañarnos mutuamente así como de dañar la naturaleza.
Todo esto me dejó la inquietud de reflexionar un poco más sobre la llegada de Urano a Aries inaugurando un nuevo ciclo de 84 años, tiempo que demora en recorrer todo el zodiaco. Urano representa el mundo perfecto, y en su afán de perfección requiere un nuevo ordenamiento de cosas. Por otra parte Aries inicia un ciclo nuevo y no se caracteriza precisamente por tener mucha paciencia, suele precipitarse haciendo caso omiso a posibles obstáculos pero también puede ser muy brillante, lo cual me hace pensar en ideas brillantes que surgen con fuerza y arremeten sin consideraciones contra ideas ya caducas o anteriormente establecidas. Estas ideas tendrán que ver con nuevas tecnologías que tiendan a mejorar el mundo actual tal y como lo conocemos, quizás luego de la tragedia de Japón en relación a la energía nuclear, surjan y se propaguen nuevas formas de conseguir electricidad y energía en general. Sin embargo no podemos perder de vista el contexto en el cual Urano entra a Aries.
La imagen para el momento de la entrada de Urano a Aries, en Limache, Chile (tan bueno como cualquier otro lugar) nos muestra una cometa que cae a tierra, al menos donde nosotros la habitamos, a Saturno en Libra opuesto a Júpiter en Aries y Plutón en Capricornio con una débil cuadratura a Júpiter, todos signos cardinales que se asocian a la ley del poder y la voluntad. Plutón aspira al ser humano perfecto, y en Capricornio está interesado en un iniciado!!! Necesita echar abajo las viejas estructuras (de pensamiento) para crear otras nuevas, de manera que la entrada de Urano a Aries fortalece en algún sentido la aspiración de Plutón. Un ser humano con una nueva estructura mental en un mundo mejorado gracias a los nuevos inventos de Urano…
La cometa tiene mucha sustancia, una entidad inteligente y talentosa que cae a tierra, estimulada por Plutón del que cuelga Urano también mediante la conjunción a Mercurio, específicamente lo que se estrella en el suelo son las ideas caducas que se ven obligadas a reformularse, modificarse, o transformarse lo que permite el surgimiento de un mundo nuevo y naturalmente mucho más bello y perfecto.
